Ante las exigencias directas e indirectas de esta sociedad, reivindico.
Reivindico: "A veces no puedo conseguir lo que me propongo. Aprenderé a aceptarlo".
Reivindico: "La fuerza interior por sí sola no es suficiente. Ella siempre se ha nutrido,
se nutre y se nutrirá de fuerzas exteriores".
Reivindico: "No puedo vivir siempre en el presente. Porque la
preocupación forma parte de la constitución de mi cerebro, para prever problemas,
y es útil. Aprenderé a gestionarla".
Reivindico: "A veces me enfado. Porque mis emociones y experiencias me
llevan a eso sin que yo pueda hacer nada. Aprenderé a no hacer daño cuando me
ocurra".
Reivindico: "A veces estoy triste. Sin la tristeza no
puedo reconstruir lo roto ni asumir las perdidas".
Reivindico: "A veces me equivoco. La culpa que
acompaña a la equivocación está diseñada para hacernos aprender de los errores".
Reivindico: "A veces tengo miedo. Es una defensa
ancestral del mamífero para defendernos de los peligros".
Y sobre todo, reivindico:
No exijáis la completa felicidad,
el completo control de emociones y pensamientos,
el completo equilibrio,
la completa serenidad,
la completa salud,
el completo desapego,
la completa serenidad,
la completa salud,
el completo desapego,
porque esto crea desasosiego,
autoexigencia, y confusión, porque va en contra de nuestra naturaleza y porque de
momento en este mundo solo soy un ser humano.
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